El «Ludwigseisenbahn» (Ferrocarril de Luis I de Baviera). La construcción del ferrocarril

Platner buscó un técnico para la construcción del ferrocarril basado en el modelo del ferrocarril de Liverpool a Manchester. Al principio, su socio Scharrer en 1833 quería enviar a un técnico alemán a Inglaterra para estudiar el ferrocarril inglés. Por motivos de costes, se estableció contacto con la firma de Robert Stephenson a través de la casa comercial Suse and Libeth de Londres. Sin embargo, este exigió para su colaborador un salario anual de 600 libras esterlinas (por aquel entonces, unos 7.200 florines). A eso habría que añadir los gastos de viaje y otros gastos de un intérprete de alrededor de 2.400 florines. Platner, estaba en 1834 como diputado en Múnich y por mediación del ingeniero civil real (hidráulico y de caminos) de la región, conoció a Paul Camille von Denis, que se había familiarizado con los últimos avances en sistemas ferroviarios durante su viaje a América del Norte y a Inglaterra.

Monumento dedicado en Núremberg al Ferrocarril de Luis I de Baviera
Atribución: André Karwath aka Aka, CC BY-SA 2.5, vía Wikimedia Commons

El rey Luis apoyó más bien de mala gana la construcción del ferrocarril debido a su preferencia por la construcción del Canal de Luis I de Baviera desde el Meno hasta el Danubio. Permitió que el ferrocarril llevara su nombre, y autorizó a su gobierno a comprar para el estado la simbólica cantidad de dos acciones. De enorme importancia para la construcción del ferrocarril fue, sin embargo, que el más tarde constructor del Taunus-Eisenbahn (ferrocarril Taunus), Paul Camille von Denis, fuera dispensado por el rey para la construcción del ferrocarril. Para la construcción, adoptó el ancho de vía inglés de 1435 mm para los casi en línea recta 6,04 km de largo, línea de vía única que partía desde el Plärrer (Núremberg) junto a Fürther Straße, hacia Fürth.

Las dificultades para la inauguración de las operaciones

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Fuente: Wikipedia en alemán